Por 36 años en FUSAL hemos trabajado arduamente para transformar la vida de las familias salvadoreñas que viven en situación de vulnerabilidad. Estamos convencidos de que al facilitar el acceso a servicios de salud, nutrición, estimulación temprana y educación contribuimos a generar un entorno con más oportunidades para que las personas puedan alcanzar su potencial y aspirar a un vida más próspera.
En 2022, por medio de nuestro Programa de Ayuda Humanitaria, mantuvimos la atención oportuna de emergencias en comunidades vulnerables, afectadas por las adversas condiciones socieconómicas, como consecuencia del encarecimiento de la canasta básica y los desastres naturales que han puesto en riesgo sus medios de vida. También nos enfocamos en continuar apoyando a grupos poblacionales que enfrentan enfermedades crónicas no transmisibles y otros padecimientos graves como el cáncer, la hemofilia y la fibrosis.
El año pasado, las donaciones distribuidas por FUSAL ascencieron a $20 millones y fueron entregadas a 157 organizaciones, de las cuales el 77% pertenece al sector social. Nos satisface que gracias a esta red de aliados hemos contribuido a mejorar la vida de más de 62 mil salvadoreños por medio de la entrega de alimento, medicamentos, ropa, calzado, artículos de bioseguridad, entre otras herramientas que mejoran su calidad de vida.
Una de nuestras prioridades es el desarrollo integral de la niñez desde los primeros momentos de vida. La evidencia científica demuestra que tener acceso a una adecuada nutrición y estimulación temprana es una oportunidad que marca positivamente el futuro de las personas. El Programa de Primera Infancia benefició el año pasado a más de 9 mil niños y 900 embarazadas, y, en total, durante 18 años de ejecución de esta iniciativa hemos impactado la vida de más de 26 mil niños que viven en 26 municipios.
En FUSAL, estamos convencidos de que la inversión en educación es también un área crucial para impulsar mejores niveles de desarrollo social y económico en El Salvador. A través del pilar de Calidad Educativa ejecutamos programas y proyectos encaminados a brindar herramientas didácticas y fortalecer las competencias de estudiantes y docentes para contribuir a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En julio de 2022, lanzamos el Programa Lee Conmigo, en alianza con la Fundación para la Educación Superior (FES) -un centro de extensión de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) -, con el objetivo de contribuir a la recuperación de la capacidad lectora de niños de entre seis y nueve años de 20 municipios. Esta habilidad es determinante para asegurar su continuidad en el sistema escolar y mejorar sus probabilidades de éxito académico. Más de cuatro mil niños y más de dos mil 600 padres y madres de familia han participado en círculos de lectura comunitarios de Lee Conmigo. En paralelo, ProFuturo continuó desarrollando experiencias de enseñanza innovadora entre más de 116 mil estudiantes y más de cuatro mil docentes.
Nos llena de sano orgullo contar con la confianza de donantes y socios estratégicos, comprometidos con el progreso de nuestro país para ejecutar programas y proyectos sociales estratégicos, eficientes y de impacto. Agradecemos a nuestras organizaciones hermanas: Salvadoran American Humanitarian Foundation (SAHF), con sede en Miami, Fundación Poma y Fundación Renacer, que desde nuestros inicios han apoyado con determinación el Programa de Ayuda Humanitaria y de Primera Infancia.
Reconocemos a nuestros socios de Fundación La Caixa y Fundación Telefónica, Fundación Aristos, Neoen, UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos, United Way Worldwide y sus oficinas en la región, 3M, entre otros, por su decidida inversión social para mejorar la calidad de vida de los grupos poblacionales más vulnerables a través de diferentes iniciativas.
Los logros de nuestra organización son el resultado de la suma de los esfuerzos y el arduo trabajo del talento humano de FUSAL. Agradecemos a nuestros colaboradores por su compromiso, solidaridad y profesionalismo para servir a las familias aún en circunstancias retadoras. Me enorgullece sobremanera nuestra red de más de 400 voluntarios comunitarios, a quienes admiro por la energía, el optimismo y la resiliencia con que luchan para impulsar cambios en sus comunidades.
Como representantes del sector privado y de la sociedad civil, tenemos la responsabilidad de actuar y proponer soluciones a los retos sociales derivados de la pobreza, la exclusión y la falta de oportunidades. Los invito a que con liderazgo, solidaridad y compromiso nos mantengamos firmes en la misión de impulsar el bienestar en El Salvador.
