Alcanzar estos resultados ha sido posible en buena medida gracias al generoso apoyo de nuestros donantes, aliados y socios. Reconocemos especialmente a nuestra organización hermana Salvadoran American Humanitarian Foundation (SAHF), que desde nuestros inicios nos ha acompañado en la misión de llevar alivio a las comunidades más vulnerables; también a nuestros socios ProFuturo, Aristos, NEOEN y Unicef, que han confiado por años en FUSAL para la ejecución de programas de impacto.
Agradecemos a nuestros colaboradores por su compromiso, dedicación y esfuerzo extraordinario para transformar la vida de miles de familias salvadoreñas, y valoramos la solidaridad de nuestros voluntarios comunitarios, quienes ponen al servicio de sus vecinos tiempo, conocimientos y recursos con el objetivo de mejorar su entorno.
En el 2022, nuestro compromiso es continuar profundizando el impacto de nuestros programas, especialmente en las áreas de educación y salud, que experimentan serios retrocesos y ponen en riesgo el futuro. El Fondo de la Solidaridad ejecutará una segunda fase con el objetivo de mejorar las competencias de lectoescritura de más de tres mil niños y reducir su rezago educativo.
Los invito a que en estos tiempos críticos asumamos con valentía, compromiso y determinación un rol protagónico en la construcción de un país con más oportunidades, armonía y progreso social.
Ricardo Poma
Presidente FUSAL