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21 septiembre, 2021

«Trabajar desde las comunidades me inspira a seguir adelante»

Susana Panameño

Coordinadora de Monitoreo y Seguimiento

Susana realiza parte de sus actividades en campo, acompañando a los equipos en las comunidades, lo que le ha permitido aprender sobre  las condiciones de vulnerabilidad que muchas familias salvadoreñas enfrentan para superar la pobreza y retador que puede ser cumplir la misión de llevar bienestar a las comunidades.

«Mi trabajo en FUSAL ha representado una oportunidad para cumplir mi propósito de vida. Es un espacio donde puedo expresar mis dones y talentos, y ponerlos al servicio de muchos bajo un espíritu de colaboración y trabajo en equipo», afirma  Susana. 

«Conocer las distintas realidades de miles de familias puede ser muy duro pero es a la vez inspirador ya que vemos de cerca historias de familias que tienen el deseo de salir adelante, que caminan horas para llevar a sus hijos a la escuela para que puedan optar a mejores oportunidades, que se levantan temprano para trabajar y que no falte la comida en sus mesas… Aún  frente a las circunstancias más adversas utilizan los recursos que tienen para formarse un mejor futuro. Esto me permite crecer como persona, me da coraje para superar mis barreras, para trabajar arduamente por mí y por mi familia y para seguir creyendo en los frutos del esfuerzo», enfatiza. 

Además de encontrar en FUSAL un lugar de crecimiento personal, Susana también valora el crecimiento profesional que ha implicado su experiencia en la fundación: «A lo largo de mi camino por FUSAL he tenido jefes, colegas, compañeros de trabajo y amigas que probaron mis límites y me inspiraron a siempre hacerlo mejor, a no conformarme con lo bueno sino a siempre buscar la experiencia».

Una experiencia significativa para Susana ocurrió durante una visita a Apaneca, en su primer año en la organización . Junto a otro técnico realizaban visitas de supervisión en una comunidad rural, en la cual los caminos eran difíciles, en especial durante el invierno. Mientras realizaban su labor, llovió excesivamente y el camino para salir se volvió imposible de atravesar. Las familias de la comunidad se volcaron  a auxiliarlos llevando lazos y cuñas para sacar el vehículo hasta que lograron llegar a la parte segura. 

«A pesar de que fue un momento preocupante y totalmente desconocido para mí, también fue un momento que me permitió ver cómo las familias cuidan de los equipos de campo, cómo el trabajo en equipo y el esfuerzo te permite salir de las circunstancias apremiantes y me permitió valorar aún más el trabajo que día a día hacemos», cuenta. 

Después de seis años como parte del equipo de FUSAL y con muchas experiencias de campo, Susana afirma que: «Trabajar desde las comunidades me inspira a seguir adelante, a tratar de siempre hacerlo mejor porque cada grano de esfuerzo que ponemos en nuestro trabajo ayuda a llevar esperanza a miles de familias y a contribuir al sueño de un mejor país».

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